martes, 24 de enero de 2012

LDVT -BIENVENIDO-

 

"Me (des)localizo entre la política y la magia, en el triángulo de las bermudas de la conciencia; fabricante de mitopoéticas, productor de epifenómenos, generador de resistencias y tecnologías del sexo, un transmutador de cuerpos. Un Pornoalquimista, un Criptozoologo del género" LDVT







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La Otra Piel

La Otra la Piel

Pieza de arte de performance de lechedevirgen trimegisto 

La acción aquí presentada es una crítica deconstrucctiva a los dispositivos de control y dosificación sexuall, principalmente al uso del látex como “doble piel” en el territorio de las sexualidades, como mediador necesario para el intercambio de relaciones sexuales, y sin el cual se patologizan y se satanizan los coitos. A partir del uso del condón, como herramienta para la salud, y cómo medida más efectiva para la prevención de la enfermedad del VIH y el SIDA, se ha venido institucionalizando la sexualidad a partir de la necesidad de su uso, lo cual genera un nuevo tipo de sexualidad casi imperceptible, a la que podríamos denominar : “sexualidad de los plásticos” donde la industria del sexo se ha encargado de desplegar una serie de artículos artificiales que sirven para el desarrollo de la sexualidad: juguetes sexuales, lubricantes y por supuesto condones o preservativos físicos de carácter mediador entre pieles. De este fenómeno rescato la necesidad de hacer énfasis en el análisis de las nuevas formas de interacción sexual que han venido manifestándose desde los años 60´s. El uso del condón, también implica una barrera y un control sobre el cuerpo, que impide la penetrabilidad natural de los cuerpos, el antiguo piel contra piel es sustituido por piel contra plástico esto ocasiona que se acepte la prohibición como regla, y el sexo al natural (a pelo, bareback) se demande cómo un atentado contra la salud, fomentando el miedo a tocar, a sentir, a disfrutar. Los dispositivos creados a partir del sector salud, si bien en un principio buscan una mejora o una prevención en términos de eliminación de las amenazan letales a la calidad de vida de las personas, posteriormente serán manipuladas por el mercado y el estado para crear pequeños códigos “invisibles y transparentes” cómo el látex, donde lo que importa es vender y controlar, lejos de ver por la salud de lo demás. El arma principal con el que cuenta el estado para diagnosticar un profundo miedo a la sexualidad. La desarticulación del uso del condón como exclusivo artefacto para la salud, y su inserción en ideas de prestigio y de “necesidad” social, es lo que maquiavélicamente construye una serie de premisas donde el no usar condón no sólo no esta bien visto, si no que se considera una falta importante al código sexual-social-político, en cuanto a la cultura y la sociedad.


La pieza comienza con la utilización de 10 -15 condones, los cuales serán sacados del empaque y llenados con leche a tope, posterior mente serán inflados con aire, esto se realizará uno por uno, hasta terminar colgándolos de un alambres que penden del techo.
El performer, desnudo, va cubriendo su cuerpo con plástico adherente, hasta tapar incluso su rostro dificultando la respiración y dejándolo sin posibilidades de hablar o ingerir alimentos.
Posterior mente se utilizará una aguja para perforar cada condón colgado en la punta, del cual saldrá a presión sobre el piso. Entonces el performer beberá del chorro de leche que sale de cada condón, intentando tomar de todos los agujeros, siendo imposible debido a la capa de plástico que le impide tomar de ella y tapa su boca, y a la cantidad de condones y a la rapidez del flujo.